2 de julio de 2011

Devenires

Y los días transcurrieron entre Moritz y las horas de escuela.

Y no, esos lugares, tan conocidos por mí, no me avisaron nunca que así sería.
Porque sí, ha sido un regreso a las aulas, de donde nunca debí alejame, como si no hubiese tenido claro desde siempre, el destino que sabía elegido. Futuro que hoy, se visualiza cercano.
El asunto se complicó cuando, después de más de una década de encierro estipulado, la fecha final llegó. Sí, esa que intenté adivinar tantas veces; juegos de números y señales que me permitiesen anticipar cuando, el paréntesis casi interminable, concluiría.
Se trató también de darme cuenta que, como casi todo, nada es para siempre; y que cuando nos sentimos caer ante la rutina impuesta, sin embargo, la mayoría de las veces, hay un después.
Comprobar que para los lazos que creamos no hay respuestas conclusas, ni generaciones que lo impidan. Que alguien con quien conviviríamos a diario, desaparecía de nuestras vidas, sin que siquiera hubiésemos descubierto el por qué del encuentro y sí generado un vínculo. Nueva lección de desapego. Nuevos choques con más verdades, que llegan sin sigilo, sin máscara. A modo de impermanencia.
Las letras latinas, casi imposibles, que me retrotrajeron a un año 88 ya muy lejano, donde una hoguera a modo de ritual, convirtió en cenizas aquella tortuosa etapa. Y hoy, tanto después otro volver, y volver y ver que se podía. Primer insight del trayecto.
Y se podía también recordar lo que ya sabía, que lo francés, el francés y en especial sus músicas y sus libros, están en mi esencia. Y sentirme unida al cosmos entre papeles de Gallimard, y manuscritos de tantos que fueron tan míos desde siempre. Desde que aquella casualidad venturosa, a los seis años, hizo que protagonizase tanta vida.
Y pasear por un Petrarca enamorado de otra Beatrice, recorrer el infierno de la mano de Virgilio, cánticos y laudas, apologías, tesis, crítica y verdad, y entonces encontrarme en Barthes y pelear con Deleuze, y enamorarme de La Rochelle, y concluir siempre en que a él, nadie lo alcanzó, ni nadie tampoco lo superará. Y que ha sido causa de miles de razones.
Escribir instrucciones para el olvido, intentos proustianos de llegar al ilusionismo, devenir en un sueño ya contado, y que esta vez sí genere un ida y vuelta, una razón de haber sido.
Que Sócrates, Platón, Hegel, Pieper y Nusbaum, me convencieran en horas de que sí valía la pena. Y en medio de tanta rutina veloz, e ineludible, esa ventana; verte, verte de improviso y esconderme, verte y no arrepentirme de lo vivido. Y retomar el diálogo, y que algo se movilice aún. Y los silencios inexplicables, tácitos. Recorrer con vos lugares del ayer, hoy ya desvinculados del recuerdo; no vacilar ante el perdón...
Alejarme del tránsito y circular desvíos. Convencida de ser mi mejor compañía, la única; indefectiblemente incondicional y eterna. No sé si hay tantas señales de hacia donde vamos, sí creo saber de donde venimos.

Que ya sea un año sin nosotros. Saber que existís por los otros; ironía impertinente.


14 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Pues si.
Nada es para siempre.
Y mira, mejor que así sea.
Todo tiene un final.
Después viene el olvido y lo barre.
Años más tarde nos barre a nosotros.
Y nos olvidarán también.
Fin de la obra.

Besos.

La paciente nº 24 dijo...

Las letras tiemblan como los pasos de peatones en verano. ¿entrar o salir? ¿para qué se abre una puerta? Tal vez no exista, tal vez no existan todas esas cosas de las que no sabemos nada o de las que sabemos por otros. O tal vez existan mucho más que cualquier cosa tangible ¿y de qué nos sirve?

Te saludo Roch

D. dijo...

Hola Rochis:

Pero todo eso que escribiste me parece una precisa justificación para seguir.
Para mi, nada tiene un final.
Siempre seguimos.
Sin darnos cuenta, silenciosamente, todo lo que nombraste se encuentra en vos.
Y cuando lo transmitís, sigue.
Aunque no lo quieras.
Aunque lo dejes.

Saludos.
Daniel.

Lucía.uy dijo...

"llegar es detenerse" dice alguien por acá......por otro lado, hay veces que hay que cagarse en las letras de otros, y darnos todo el crédito, porque solo así, tiene cabal certeza el "vamo arriba".

cómo nos tiene l'hiver!

saludos,che.

Anónimo dijo...

Tan solo alguna matización entre dudas, eso de que "nada es para siempre", si, es cierto, pero aun desconocemos el valor de los recuerdos, la posibilidad de una permanencia que la añoranza parece desmentir. Por otro lado, concordar con la sentencia de que a él nadie le alcanzó, ni por supuesto le superará.

eva-escort madrid dijo...

Saber a donde vamos es imposible, porque el camino se abre y nos hace elegir, saber de donde venimos es más fácil pero no siempre uno sabe porque llega de allí.Dejate llevar por tu instinto, no dejes que nadie te guíe y te indique lo que debes hacer, esos que se escudan en que lo hacen por tu bien, no les escuches.Si no hay un camino que te guste, hazlo tú.

Mario dijo...

Me ha encantado venir hasta tus "devenires". Así, de paso a paso, puedo agradecerte el tuyo por mi blog.

Ha sido, créeme, un placer leerte, un gusto descubrirte.

Un abrazo, agradecido.

Mario

El Gaucho Santillán dijo...

Todo termina. Todo tiene su tiempo.

Carpe Diem.


Un abrazo.

VeroniKa dijo...

Las señales de lo acontecido, pura creación propia.

lo que vendrá? estará escrito o no, lo que importa es lo que somos.

Y vos hoy, en ese reencuentro sos, sos "le renaissance".

Oui! Rochie, nos verá Paris, algun dia.

besos

Escribir es seducir dijo...

MAGNIFICO COMO TODO LO QUE ESCRIBÍS ROUCH.

UNO NUNCA SABE... NO SE SABE DÓNDE TE DEPARA EL DESTINO, ESTAR PARADA PARA UN REENCUENTRO. ENCONTRARTE CON UNA PERSONA EN UN MISMO LUGAR, COMPARTIENDO UNA MISMA PASIÓN Y DE AHÍ EN ADELANTE UNA AMISTAD QUE PERFILA A DURAR MUCHOS AÑOS. O SUBIRTE A UN COLECTIVO Y DE REPENTE ENCONTRAR EL AMOR OLVIDÁNDOTE DE UN PASADO DOLOROSO Y QUE DESPUÉS TODO VUELVA A SER IGUAL QUE SIEMPRE DONDE LA CERTEZA DE QUE UNO ESTÁ SOLO, MÁS ALLÁ DE ESTAR RODEADO DE GENTE. LOS AÑOS VAN PASANDO Y NOS PARECE QUE FUE AYER LA ÚLTIMA VEZ QUE NOS VIMOS CON TAL O CUAL PERSONA, SIN EMBARGO EL TIEMPO TRANSCURRE Y NOSOTROS SEGUIMOS AQUÍ, VIVOS.

La paciente nº 24 dijo...

Es el verano el que salta, todo lo demás tiembla, temblamos de calor ¿no te has fijado cómo nos tiemblan los ojos y los abrazos?

Janeth dijo...

Muy bonita entrada, recuerdos, añoranzas, nostalgias del ayer, que siempre nos pone romanticas, hay amiga que bonito es recordar y sentir, que bueno es amar y perdido que nunca haber amado...

Anónimo dijo...

Bendito después...qué seríamos sin nuevas oportunidades.
Besos Rochis

juan pascualero dijo...

Ha sido muy difícil para mí...

 
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